miércoles, 26 de mayo de 2010

Room of angel








Ni yo misma se porque llegue a pensar en un one asi, luego me puse a escuchar la cancion del mismo titulo y ya no pude contemerme a escribirlo...


Género: drama , tragedia

Advertencias: violacion, muerte de dos personajes




Resumen (si se puede llamar asi):

El amor que nunca me diste, yo te lo doy aunque realmente no lo mereces. Siempre fuiste tú a quien desprecié y no siento lo suficiente por ti como para llorar.







Yaces silencioso ante mí, tus lágrimas, no significan nada para mí. Afuera el viento gritando en la ventana, las ramas golpean la ventana arañando el cristal, como si quieran impedirme que termine mi vida con este trágico final.

Pero…no puedo detenerme. El amor me lo impide. El amor que nunca me diste, yo te lo doy aunque realmente no lo mereces. Siempre fuiste tú a quien desprecié y no siento lo suficiente por ti como para llorar.

Dejaste de ser mi hermano la primera noche que te colaste en mi habitación, que levantaste las sabanas y te metiste bajo ellas susurrándome que tenías frío y querías entrar en calor. No me asusté, no era la primera vez que dormíamos juntos aunque esa noche fue distinta a las demás. Me abrazaste por al espalda, apoyaste la cara en mi hombro y me preguntaste si estaba despierto.

Asentí con los ojos cerrados, estaba a punto de entrar caer en dormido pero al sentirte a mi lado me desvelaste, pero no te lo dije. Eras mi hermano, te perdonaba siempre todo…o casi todo…

Poco a poco mi cuerpo se puso tenso al sentir como tus manos bajaban por mi pecho, como llegaban al borde de mi pantalón de pijama y bajaban. Quise darme la vuelta e impedir que siguieras, pero de repente me besaste en el cuello y me quede paralizado por un miedo intenso. ¿Qué eres eso que estaba sintiendo? Un beso tuyo me había hecho rozar el firmamento, fue sentir tus labios sobre mi piel y mi corazón dio un vuelco.

Separé los labios para pedirte que te detuvieras, pero solo salió de ellos un gemido incontrolado al sentir tus dedos sobre mi sexo. Eso te dio más fuerza y aferrando mi cintura con firmeza empezaste a frotarte contra mi espalda.

Quería que pararas, no me gustaba eso que me hacías…si, me gustaba… mi cabeza estaba dividida, sabía que entre hermanos no podíamos hacer esto que estábamos haciendo, pero…siempre estuve tan solo, nunca había estado antes con una chica ni con nadie y tú tocaste sitios prohibidos para ti, despertando algo en mi que siempre había estado dormido…

La pasión se apoderó de mi cuerpo, no le encuentro otra explicación. Hizo que me volviera en tus brazos y separara los labios esperando un beso en ellos que no se hizo de rogar. Tu aliento me rozó primero y luego fueron tus dulces labios que yo saboreé con los ojos abiertos.

Tus manos no se quedaban quietas, me hiciste echarme sobre tu cuerpo y separar las piernas, quedarme a horcajadas mientras te frotabas con insistencia…me faltaba el aliento, me estaba mareando por el beso…cerré los ojos cuando una mano tuya bajó los boxers que llevabas puesto y pude sentir tu dureza arañar mi estómago.

Quería parar, mi intención no era ir más allá de un beso pero no te pude detener. Sentiste mi duda y me hiciste rodar por a cama hasta dejarme debajo, entrando en mi cuerpo a pesar de la resistencia y el dolor que me causabas. Mis gritos y sollozos fueron ahogados en tu boca, mis manos trataban de detenerte, te arañaba el pecho pero tú sin inmutarte seguiste violándome…




Y no fue solo esa noche, cada vez que te metías en mi cama mancillabas mi cuerpo a pesar de las lagrimas. Yo te suplicaba que no lo hicieras mas, que entre hermano no nos podíamos amar, pero tu me ignorabas besando mis temblorosos labios mientras empezabas a desnudarme con tus manos. Cuando terminabas, siempre secabas mis mejillas de lágrimas, suplicándome que guardara silencio y por favor no llorara.

No sé como te deje seguir así año tras año, porque nunca halle las fuerzas necesarias para detenerte o el valor de contárselo a alguien. Pero… ¿qué iba a decir? ¿Qué me estaba acostando con mi propio hermano?

No, eso no era amor. Era una violación tras otra y yo sin poder hacer nada más que callar y esperar…esperar a encontrar las fuerzas necesarias y hacértelo pagar…


Hoy las halle. Tras un concierto en el que mi voz se quebró con un lamento al ver tu lujuriosa mirada recorriendo mi cuerpo de arriba abajo, al ver tu sonrisa en los labios mientras pensabas que esa noche entrarías en mi habitación de hotel una vez mas.

Pero fue diferente. No lo sabias, pero hacia tiempo que me había hecho con un arma. La tenía bajo la almohada, y cuando te sentí a mi lado me gire sin pensármelo y vacíe el cargador contra tu pecho…

Me levanté asustado por lo que había hecho, viendo mis manos teñidas de tu sangre caliente, la misma que corría por mis venas.

Escuche gritos en le pasillo del hotel, los disparos habían despertado a medio mundo y ya golpeaban la puerta de mi habitación con insistencia. Tenia el tiempo justo, eche una última mirada a la cama en la que yacías silencioso ante mí, con tus lágrimas surcando aun tus mejillas y una rara expresión en la cara. Pensarías, como era posible que el pequeño Bill hubiera podio levantar la mano contra su propio hermano…

-Por que dejé de serlo la primera vez que me besaste, Tom-susurré cerrando los ojos-Nunca dejaré de amarte como hermano, aunque no lo merezcas…

Levanté el arma, aún quedaba una bala que entró en mi sien derecha. Caí al suelo, las puertas se abrieron y todos descubrieron nuestro secreto.


Fuimos enterrados juntos, todos pensaron que al final esos montajes nuestros que corrían por Internet eran verdaderos y nos amábamos con toda nuestra alma, que nos fuimos juntos del mundo porque nadie comprendía nuestros sentimientos.

Nos enterraron juntos pensando que era nuestro último deseo, sin saber que yo…aún sigo muerto de miedo…